¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO DÍA DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL!
¡COMUNISTAS, PROLETARIOS Y PUEBLOS DEL MUNDO,
UNÁMONOS EN EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO
PARA COMBATIR POR LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
Cualquier estudio serio de los
orígenes de la Iª Guerra Mundial muestra un mundo en el que cada uno de los
actores atribuía a su adversario las intenciones agresivas, y las defensivas a
uno mismo. En los últimos tiempos la precipitación de los acontecimientos y la
similitud con las acciones previas sobre todo al estallido de la Iª Guerra Mundial revelan lo certero de la afirmación de que vivimos la
antesala de una nueva guerra imperialista de rapiña por nuevo reparto del
mundo.
En Medio Oriente, Siria es un
muestrario de contradicciones y fuerzas en contienda y a la vez un punto
crítico dentro del frente más candente, a partir del cual podría estallar tal
tipo de guerra. Recientemente los Estados Unidos han anunciado que la OTAN el
2017 reforzará sus posiciones bélicas en la frontera Este de Europa caldeando
la región europea y las relaciones de Estados Unidos, Rusia y Europa, invocan
la necesidad de contener la posible amenaza rusa. Rusia por su parte,
fortalecida luego de intervenir en Siria donde no se llegó a acuerdo alguno
pese a las negociaciones de paz, declara que actualmente se vive un aumento de
la actividad militar de la OTAN en el llamado frente oriental (países bálticos)
sin precedentes desde la época de la guerra fría y que el anuncio de la ampliación
de la OTAN se da previa campaña de demonizar Rusia, respondiendo que se trata
de una amenaza directa ante la cual tomará las medidas necesarias contra tal
presencia no justificada. En este frente medioriental tómese en cuenta que ya
Arabia Saudita (sunita) anunció su ingreso a Yemén contra los chiítas
defendidos por Irán y ambas potencias regionales se disputan la hegemonía del
mundo árabe. También Turquía en relaciones congeladas con Rusia ataca a los
nacionalistas kurdos como blanco principal en la lucha contra el Estado
Islámico.
Estados Unidos a su vez insiste
en que no van a limitar sus capacidades de defensa o las de sus aliados ante
las amenazas nucleares de Corea del Norte que acaba de lanzar un misil de
prueba, ni que tampoco cederá ante el desarrollo tecnológico de Irán aun cuando
suscribieron un tratado de restricción nuclear. Asia así fue elevando su
temperatura con la creación de estratégicas islas artificiales por China
afirmando su soberanía en conflicto principalmente con Estados Unidos, Japón,
Filipinas y Vietnam por los mares oriental y meridional, inmediatamente los
Estados Unidos enviaron sus buques en negación de tal supuesta soberanía
marítima china. A su vez China desde fines del 2015 ha proclamado que su país
“ha pasado de ser grande a ser un país grande y poderoso, por lo que la
evolución de la defensa y el desarrollo militar requerían una nueva e histórica
etapa”, anunciando al mismo tiempo a sus líderes militares la mayor reforma del
Ejército desde los años 50 del siglo XX con el fin de mejorar la capacidad de
combate. No olvidar que el Ejército chino es el más grande del mundo y uno de
los más temibles, asimismo están modernizando aceleradamente su armada debido a
que estiman que la principal amenaza para su seguridad nacional es la vía
marítima, recordar además su gran poderío nuclear, China es miembro de pleno
derecho del “club nuclear” por la fuerza de sus misiles estratégicos.
Por otro lado, las protestas
masivas contra las repercusiones de la crisis económica, la desocupación,
subocupación, restricciones de derechos y por la restitución de los mismos se manifiestan en las principales
capitales de Europa como en París aún en estado de guerra y bajo emergencia
debido a que el Estado Islámico extendió sus ataques a París y en Bélgica
agravando la condición de estancamiento económico y la delicada situación de
los refugiados causada por las agresiones imperialistas principalmente en Medio
Oriente, Siria en especial y otros países de África (Mali, Libia o la República
Centroafricana) por Francia.
En América Latina se vive un
proceso de destitución de gobernantes críticos al dominio imperialista como
Nicolás Maduro en Venezuela o Dilma Rousseff en Brasil, levantando corrupción y
usando maniobras políticas legalistas como una modalidad diferente de golpe de
Estado, buscando fortalecer una de las principales áreas de influencia del
imperialismo norteamericano, medida estratégica para enfrentar en mejores
condiciones la situación bélica, así como ya garantizó Cuba y pacificó Colombia.
Pero
si se ve una intensificación de las contradicciones interimperialistas como
fuente de guerra y derivación política de la más grande y extensa crisis del
sistema capitalista y hay un panorama que refleja la antesala de una nueva
guerra de rapiña imperialista por nuevo reparto del mundo ¿cuál es la respuesta
de los partidos comunistas marxista-leninista-maoístas del mundo? ¿Habría o no
que responder ante un posible estallido de guerra?
Ante
todo el Partido Comunista del Perú parte por reafirmarse en el
marxismo-leninismo-maoísmo como la ideología universal del proletariado y en el
pensamiento gonzalo nuestra arma ideológica estratégica, específica y principal
para la revolución peruana. Y acoge el planteamiento del Presidente Gonzalo de
llamar a los comunistas, proletarios y pueblos del mundo a unirse en el
marxismo-leninismo-maoísmo para combatir por la revolución proletaria mundial.
El
PCP se reafirma en que el marxismo-leninismo-maoísmo es una unidad dialéctica
en desarrollo, en que se desarrolla en la medida que se aplica a la solución de
los problemas nuevos de la revolución participando activamente en su
preparación, desarrollo o continuación y no separando idealistamente la teoría
de la práctica como nos lo enseñaron los propios grandes titanes del
pensamiento y la acción: Marx, Lenin y el Presidente Mao Tsetung.
Nos
reafirmamos también en su validez y vigencia universal y rechazamos la
imputación a Marx de supuestos errores que de secundarios no tienen nada porque
son partes fundamentales del materialismo dialéctico e histórico tal cual la
inevitabilidad del comunismo; al cual se llegará por el desenvolvimiento de las
leyes propias del capitalismo como sistema de explotación sustentado en la
plusvalía y en la conversión de la fuerza de trabajo del obrero en una
mercancía que compra y vende para que le produzca la mayor ganancia posible;
sistema que acumula capitales en cada vez menos manos y a la vez empobrece cada
vez más al proletariado y a las masas populares; y que, al mismo tiempo va
socializando más la producción y acumulando la mayor cantidad de riqueza y de
medios de producción en menos manos.
Leyes
materiales e históricas que constituyen la base material sobre la cual opera
decisivo el proletariado con su ideología, su política y su organización
dirigiendo la revolución proletaria que plasme un nuevo sistema de producción,
el socialismo, como período de transición
con dictadura del proletariado hacia la meta el comunismo. Período de
transición en el cual como se ha visto en todo el siglo XX seguirá la lucha de
clases, incluso dentro del propio Partido, entre burguesía y proletariado por
quién dirige. Largo proceso dentro del cual hay que concretar por la fuerza las
cuatro supresiones y la indispensable subversión también con revoluciones para
enfrentar toda restauración y llegar al comunismo. No se trata de hacer
concesiones a la burguesía, como revisan algunos hoy, no, la dictadura del proletariado
en el socialismo presenta la contradicción antagónica entre proletariado y
burguesía y exige que el proletariado se instaure en el poder y aplique la
dictadura del proletariado para garantizar la continuación del socialismo y
transforme la propiedad privada en propiedad de todo el pueblo y surja “una
asociación en que el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición del
libre desenvolvimiento de todos” como señalara Marx en el Manifiesto:
“Una vez que en el curso del desarrollo
hayan desaparecido las diferencias de clase y se haya concentrado toda la
producción en manos de los individuos asociados, el poder público perderá su
carácter político. El poder político, hablando propiamente, es la violencia
organizada de una clase para la opresión de otra. Si en la lucha contra la
burguesía el proletariado se constituye indefectiblemente en clase, si mediante
la revolución se convierte en clase dominante y, en cuanto clase dominante,
suprime por la fuerza las viejas relaciones de producción, suprime, al mismo
tiempo que estas relaciones de producción, las condiciones para la existencia
del antagonismo de clase y de las clases en general, y por tanto, su propia
dominación como clase.
En
sustitución de la antigua sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos
de clase, surgirá una asociación en que el libre desenvolvimiento de cada uno
será la condición del libre desenvolvimiento de todos.”
De ahí la importancia de
reafirmarse en la necesidad de un partido de clase dentro de lo establecido por
Lenin, un partido de nuevo tipo, con una ideología, una política y una
organización propia, opuesta y distinta a las de la burguesía. Pues sin Partido
no hay dirección de la revolución proletaria y esto es indispensable hoy que se
pretende reemplazar la dirección proletaria de la revolución proletaria por una
dirección burguesa y una revolución burguesa que cambie dictaduras abiertas y
no combata la explotación capitalista ni el dominio imperialista sino supuestas
corrupciones, “malas administraciones” o “modelos salvajes”. El que haya
Partidos Comunistas que enarbolen el marxismo-leninismo-maoísmo como la
ideología del proletariado es una necesidad política para oponerse a la nueva
guerra de rapiña imperialista.
Marx
señaló la importancia de la dictadura del proletariado para la transformación
de la economía, la política y la sociedad capitalista de la burguesía en una
economía, política y sociedad socialista, pero también para la extinción del
propio Estado, y es completamente falso que no comprendiera la relación dialéctica
entre base y superestructura, problema que el mismo Engels aclaró y
posteriormente el presidente Mao desarrolló. Sí, es la base económica la que
determina la superestructura política e ideológica, pero esta es una relación
dialéctica de acciones y reacciones pues estas también actúan sobre aquellas y
en ciertos momentos cumplen papel decisivo. Engels en la Introducción a “La lucha de clases en Francia”, en
marzo de 1895 escribió:
“El trabajo que aquí reeditamos fue el primer ensayo de
Marx para explicar un fragmento de historia contemporánea mediante su
concepción materialista, partiendo de la situación económica existente. En
el “Manifiesto Comunista” se había aplicado a grandes rasgos la teoría a toda
la historia moderna, y en los artículos publicados por Marx y por mí en la
“Neue Rheinische Zeitung”, esta teoría había sido empleada constantemente para
explicar los acontecimientos políticos del momento. Aquí, en cuanto, se trataba
de poner de manifiesto a lo largo de una evolución de largos años, tan crítica
como típica para toda Europa, el nexo causal interno; se trataba pues de
reducir, siguiendo la concepción del autor, los acontecimientos políticos a
efectos de causas, en última instancia económicas.”
Ahí mismo también escribió:
“Cuando Marx escribió este trabajo, la mencionada fuente de
errores era todavía más inevitable. Resultaba absolutamente imposible seguir,
durante la época revolucionaria de 1848-1849, los cambios económicos que se
operaban simultáneamente y, más aún, no perder la visión de su conjunto. Lo
mismo ocurría durante los primeros meses del destierro en Londres, durante el
otoño y el invierno de 1849-1850. Pero esta fue precisamente la época en que
Marx comenzó su trabajo. Y pese a estas circunstancias desfavorables, su conocimiento
exacto, tanto de la situación económica de Francia en vísperas de la revolución
de febrero como de la historia política de este país después de la misma, le
permitió hacer una exposición de los acontecimientos que descubría su trabazón
interna de un modo que nadie ha superado hasta hoy y que ha resistido
brillantemente la doble prueba a que hubo de someterla más tarde el propio
Marx.”
La cita sigue precisando pero
aquí baste a lo dicho agregar que también en la Carta de Engels a Conrado Smith
fechada: Londres 27 de octubre de 1890, esclarece lo siguiente:
“… Con los reflejos económicos, políticos, etc. ocurre lo
mismo que con las cosas reflejadas en el ojo: pasan a través de una lente y por
eso aparecen en forma invertida, cabeza abajo. Solo falta el aparato nervioso
encargado de enderezarlas para nuestra
percepción. El bolsista no ve el movimiento de la industria y del
mercado mundial más que en el reflejo invertido del mercado de dinero y de
valores, por lo que los efectos se le aparecen como causas…
“Es
un juego de acciones entre dos fuerzas desiguales: de una parte, el movimiento
económico, y de otra, el nuevo poder político, que aspira a la mayor
independencia posible y que, una vez instaurado, goza también de movimiento
propio. El movimiento económico se impone siempre, en términos generales, pero
se halla también sujeto a las repercusiones del movimiento político creado por
él mismo y dotado de una relativa independencia: el movimiento del poder
estatal, de una parte, y de otra el de la oposición, creada al mismo tiempo que
aquel…
De lo que adolecen todos estos señores, es
de falta de dialéctica. No ven más que causas aquí y efectos allí. Que esto es
una vacua abstracción, que en el mundo real esas antítesis polares metafísicas
no existen más que en momentos de crisis y que la gran trayectoria de las cosas
discurre toda ella bajo forma de acciones y reacciones, -aunque de fuerzas muy
desiguales, la más fuerte, más primaria y más decisiva de las cuales es el
movimiento económico-, que aquí no hay nada absoluto y todo es relativo, es
cosa que ellos no ven.”
Más aún, en la Carta de Engels a F.
Mehring, fechada en Londres el 14 de julio de 1893 dice:
“Falta además, un solo punto, en el que, por
lo general, ni Marx ni yo hemos hecho bastante hincapié en nuestros escritos,
por lo que la culpa nos corresponde a todos por igual. En lo que nosotros más
insistíamos –y no podíamos por menos de hacerlo así- era en derivar de los
hechos económicos básicos las ideas políticas, jurídicas, etc. y los actos
condicionados por ellas. Y al proceder de esta manera, el contenido nos hacía
olvidar la forma, es decir el proceso de génesis de estas ideas, etc. Con ellos
proporcionamos a nuestros adversarios un buen pretexto para sus errores y
tergiversaciones…
Esta apariencia de una historia
independiente de las constituciones políticas,… de los conceptos ideológicos en
cada campo específico de la investigación, es la que más fascina a la mayoría
de la gente… Y desde que a esto se ha añadido la ilusión burguesa de la
perennidad e inapelabilidad de la producción capitalista,… A. Smith se
considera simplemente como un triunfo exclusivo del pensamiento, no como el
reflejo ideológico de un cambio de hechos económicos, sino como la visión
justa, por fin alcanzada, de condiciones efectivas que rigen siempre y en todas
partes… ese modo de ser se basa en una representación vulgar antidialéctica de
la causa y el efecto de acciones y reacciones. Que un factor histórico, una vez
alumbrado por otros hechos, que son en última instancia hechos económicos,
repercute a su vez sobre lo que le rodea e incluso sobre sus propias causas, es
cosa que olvidan, a veces muy intencionalmente estos caballeros.”
El PCP también rechaza y condena
la posición de “núcleo sólido y gran elasticidad” para la construcción del
socialismo bajo la dictadura del proletariado, pues significa sucumbir ante las
imputaciones de “autoritarismo” y “falta de democracia” lanzadas por la
ofensiva anticomunista del imperialismo y pretende dar concesiones a la
burguesía cuando en la construcción del socialismo bajo la dictadura del
proletariado la contradicción principal es proletariado-burguesía. En el fondo
niega la necesidad de la dictadura del proletariado en el socialismo.
Tómese en cuente que fue el
propio Marx quien concibió que:
“La revolución comunista es la ruptura más radical con las relaciones de
propiedad tradicionales” y que “en el curso de su desarrollo debe romper de la
manera más radical con las ideas tradicionales.” (Crítica al Programa de Gotha)
Que sobre la dictadura del
proletariado brindó la imborrable conclusión de que:
“Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período
de la transición revolucionaria de la primera en la segunda. A este período corresponde
también un período político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la
dictadura revolucionaria del proletariado.” (ibid)
Sobre el socialismo y su
limitación y la subsistencia del derecho burgués dijo:
“De lo que aquí se trata no es de una sociedad comunista que se ha
desarrollado sobre su propia base, sino de una que acaba de salir precisamente
de la sociedad capitalista y que, por tanto, presenta todavía, en todos sus
aspectos, en el económico, en el moral y en el intelectual, el sello de la
vieja sociedad de cuya entraña procede”. Por eso dice también “el derecho igual
sigue siendo aquí, en principio, el derecho burgués.” (ibid)
Así también sobre el comunismo
Marx deja sentado que:
“En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido
la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y
con ella la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, cuando
el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital;
cuando con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan
también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la
riqueza colectiva, solo entonces podrá rebasarse totalmente el derecho burgués,
y la sociedad podrá escribir en su bandera: De cada cual según su capacidad; a
cada cual según sus necesidades.” (ibid)
Lenin por su parte enseñó sobre
la dictadura del proletariado que:
“Para suprimir las clases lo primero que hace falta es derrocar a los
terratenientes y capitalistas. Hemos cumplido –dice- esta parte de la tarea
pero es solo una parte y no la más difícil. Para acabar con las clases es
preciso, en segundo lugar, suprimir la diferencia existente entre obreros y
campesinos, convertir a todos en trabajadores. Y no es posible hacerlo de la
noche a la mañana”. “Para resolver esta segunda parte de la tarea que es la más
difícil, el proletariado después de vencer a la burguesía debe mantener de modo
inquebrantable la siguiente línea política fundamental respecto de los
campesinos: separar, diferenciar a los campesinos trabajadores de los
propietarios, a los campesinos laboriosos de los campesinos comerciantes, a los
campesinos trabajadores de los campesinos especuladores… En esta diferenciación
está la esencia del socialismo.” (Esta y las siguientes citas en “Economía y política en la época de la
dictadura del proletariado”)
Sobre
el socialismo Lenin dice:
“El socialismo es la supresión de las clases. La dictadura del
proletariado ha hecho para lograrlo cuanto estaba a su alcance. Pero las clases
no pueden suprimirse de golpe.”
Sobre que las clases no
desaparecen en el socialismo:
“Durante la época de la dictadura del proletariado subsisten y
subsistirán las clases. La dictadura dejará de ser necesaria cuando no existan
clases. Pero estas no desaparecen sin la dictadura del proletariado.” “La lucha
de clases no desaparece bajo la dictadura del proletariado: lo único que hace
es asumir nuevas formas.”
Sobre democracia y dictadura del
proletariado:
“Si enfocamos en su conjunto a todas las fuerzas o clases
fundamentales, en sus relaciones mutuas, tal como fueron modificadas por la
dictadura del proletariado, nos daremos cuenta de cuan ilimitadamente absurdo
es, desde el punto de vista teórico, y qué estupidez tan grande representa esa
idea pequeño burguesa corriente del paso al socialismo a través de la
democracia en general, que encontramos en todos los representantes de la II
Internacional. La base sobre la que descansa este error es el prejuicio, heredado
de la burguesía, acerca de lo que se considera como contenido de una
“democracia” absoluta, situada por encima de las clases. En realidad, con la
dictadura del proletariado también la democracia entra en una fase totalmente
nueva, y la lucha de clases se eleva a una etapa superior, haciendo que se
supediten a ella cada una de las diversas formas”. “Las frases generales sobre
la libertad, la igualdad y la democracia no son, en realidad, otra cosa que la
ciega repetición de conceptos calcados sobre el molde de las relaciones de
producción mercantil. Querer resolver por medio de estas frases generales las
tareas concretas de la dictadura del proletariado equivale a pasarse en toda la
línea a las posiciones teóricas, de principio, de la burguesía. Desde el punto
de vista del proletariado el problema se formula así y solo así: ¿libertad con
respecto a la opresión de qué clase? ¿Igualdad entre qué clases? ¿Democracia en
base a la propiedad privada, o en base a la lucha por la abolición de la
propiedad privada?, etc.”
Y sobre lo central: la dictadura
del proletariado y su relación con qué es ser marxista, Lenin en “El Estado y la Revolución” establece:
“Quien reconoce solamente la lucha de clases no es aún marxista, puede
mantenerse todavía dentro del marco del pensamiento burgués y de la política
burguesa. Limitar el marxismo a la doctrina de la lucha de clases significa
cercenar el marxismo, tergiversarlo, reducirlo a algo aceptable para la
burguesía. Solo es un marxista quien hace extensivo el reconocimiento de la
lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado. En ello
estriba la más profunda diferencia entre un marxista y un pequeño (o un gran)
burgués ordinario. Esta es la piedra de toque en la que deben comprobarse la
comprensión y el reconocimiento reales del marxismo.”
Y sobre que la pequeña burguesía
engendra capitalismo las 24 horas del día, dice:
“La dictadura del proletariado es la guerra más abnegada y
más implacable de la nueva clase contra un enemigo más poderoso, contra la burguesía,
cuya resistencia se decuplica con su derrocamiento (aunque no sea más que en un
solo país) y cuyo poderío consiste, no solo en la fuerza del capital
internacional, en la fuerza y solidez de las relaciones internacionales de la
burguesía, sino, además, en la fuerza de la costumbre, en la fuerza de la
pequeña producción. Pues, por desgracia, ha quedado todavía en el mundo mucha y
mucha pequeña producción y la pequeña producción engendra capitalismo y
burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa.
Por todos estos motivos la dictadura del proletariado es necesaria, y la
victoria sobre la burguesía es imposible sin una guerra prolongada, tenaz,
encarnizada, a muerte, una guerra que exige serenidad, disciplina, firmeza, inflexibilidad
y voluntad única.” (“La enfermedad
infantil…”)
El Presidente Mao Tsetung en su
elevación del marxismo a una nueva, tercera y superior etapa desarrolló
extraordinariamente el socialismo científico como teoría y práctica de la
revolución, con sus tres revoluciones pero principalmente con la gran
revolución cultural proletaria en la que profundizó y desarrolló la cuestión
fundamental del socialismo y la dictadura del proletariado, estableció la forma
cómo desarrollar la revolución en las condiciones de la sociedad socialista y
bajo el Estado de dictadura del proletariado, para proseguir la marcha al
comunismo. Así citemos algunas de sus extraordinarias palabras para seguir
aplastando las concesiones a la burguesía:
“La historia de todas las revoluciones ha probado que no era necesario
tener previamente desarrolladas las fuerzas productivas en su plenitud para
poder transformar las relaciones de producción envejecidas. … Es necesario
antes que nada abolir la antigua superestructura por la revolución para que las
antiguas relaciones de producción puedan ser abolidas. Es después de la
eliminación de estas que se pueden crear nuevas relaciones de producción
abriendo una vía al desarrollo de las fuerzas productivas de la nueva sociedad.
Solamente luego se puede desarrollar una gran revolución tecnológica, para
desarrollar vigorosamente las fuerzas productivas, continuando al mismo tiempo
la transformación de las relaciones de producción y las ideologías.” (En “Notas de lectura al Manual de Economía
Política de la URSS”)
“En China,…subsisten remanente de las clases derrocadas: la clase
terrateniente y la burguesía compradora, subsiste la burguesía y la
transformación de la pequeña burguesía solo acaba de empezar. La lucha de
clases no ha terminado. La lucha de clases entre el proletariado y la
burguesía, entre las diferentes fuerzas políticas y entre el proletariado y la
burguesía en el terreno ideológico, será aún larga, tortuosa y a veces incluso
muy enconada. El proletariado aspira a transformar el universo según su
concepción del mundo, y la burguesía según la suya. A este respecto, aún no ha
sido resuelta en definitiva la cuestión de quién vencerá: el socialismo o el
capitalismo.” (En “Sobre el tratamiento
correcto de las contradicciones en el seno del pueblo”)
“Aunque en el sistema socialista no haya revolución en el curso de la
cual una clase derroque a la otra, la revolución existe siempre. El paso del
socialismo al comunismo es una revolución. El paso de un estadio a otro estadio
del comunismo es también una revolución. Existen igualmente revoluciones
técnicas y revoluciones culturales. El comunismo pasará necesariamente por
muchos estadios. Habrá por consiguiente muchas revoluciones.”
“La sociedad socialista cubre una etapa histórica bastante larga.
Durante la etapa histórica del socialismo, aún existen clases, contradicciones
de clases y lucha de clases; existen la lucha entre el camino socialista y el
capitalista y el peligro de restauración capitalista… es necesario realizar la
educación socialista… comprender y tratar de manera correcta el problema de las
contradicciones y de la lucha de clases y distinguir acertadamente las
contradicciones entre nosotros y el enemigo de las existentes en el seno del
pueblo y tratarlas de manera correcta. De otro modo, un país socialista como el
nuestro, se convertirá en su contrario, degenerará y se producirá la
restauración.” (X Sesión Plenaria del
VIII CC del PCCh 1962)
Otra:
“Los viejos socialdemócratas durante las últimas décadas, y los
revisionistas contemporáneos… niegan por completo que la historia de la
humanidad… es la historia de la lucha de clases, niegan por completo la lucha
de clases del proletariado contra la burguesía y niegan por completo la
revolución del proletariado contra la burguesía y su dictadura sobre ella. Por
el contrario, ellos son lacayos fieles de la burguesía y el imperialismo y
asociados con estos, insisten en la ideología burguesa de la opresión y
explotación al proletariado y en el sistema social capitalista, y combaten la
ideología marxista-leninista y el sistema social socialista… Mantener en alto
la gran bandera de la revolución cultural proletaria, denunciar por completo la
posición reaccionaria burguesa… los representantes burgueses se han infiltrado
en el Partido, el gobierno, el ejército y los diversos sectores culturales, son
un grupo de revisionistas contrarrevolucionarios que convertirán la dictadura
del proletariado en dictadura de la burguesía si se les presenta la
oportunidad.”
El Presidente Gonzalo sobre la revolución
cultural nos enseñó:
“La Gran Revolución Cultural proletaria, como continuación de la
revolución bajo la dictadura del proletariado, marca así el rumbo de la
revolución proletaria mundial en su heroica e irrefrenable marcha al comunismo,
y en la más grande epopeya revolucionaria de la humanidad conquistó victorias
imperecederas para el proletariado internacional.” “Sin embargo, al producirse
la muerte del Presidente Mao Tsetung, se dio un golpe contrarrevolucionario
revisionista cuya finalidad es la restauración capitalista” (PCP, diciembre
1976)
Y para terminar tomemos
nuevamente al Presidente Mao quien con gran previsión en 1968 con profunda
comprensión de la historia y del internacionalismo proletario enseñó:
“Hemos conquistado grandes victorias. Pero la clase derrotada
seguirá haciendo forcejeos. Esa gente existe todavía, y también esa clase. Por
eso no debemos hablar de victoria final. No podemos hacerlo incluso en los
próximos decenios. No debemos perder la vigilancia: según el punto de vista
leninista, la victoria final de un país socialista no solo requiere los
esfuerzos de su propio proletariado y de sus amplias masas populares, sino que
depende, además, del triunfo de la revolución mundial y de la abolición del
sistema de explotación del hombre por el hombre en todo el globo terrestre, o
sea, la emancipación de toda la humanidad. Por lo tanto, es erróneo, contrario
al leninismo y no corresponde a la realidad hablar a la ligera de la victoria
final de la revolución en nuestro país.”
Estas grandes verdades
constituyen la ligazón de teoría y práctica de la revolución proletaria mundial
y todo el siglo XX lo prueba, ninguna elucubración o imputación proveniente de
quienes están revisando el marxismo podrá ocultar la vigencia y validez del
marxismo-leninismo-maoísmo ni la altísima calidad proletaria de sus más altos
exponentes: un Marx, un Lenin y un Presidente Mao Tsetung a quienes se les
ataca sibilinamente por supuestos errores secundarios que no son tales sino
fundamentales bases de la concepción científica; y los supuestos aportes nuevos
no son sino revisionismo actual producto de la ofensiva general
contrarrevolucionaria. Revisionismo que rechaza y condena el Partido Comunista
del Perú más que ayer.
Luego de reafirmarnos en el
marxismo-leninismo-maoísmo y condenar el revisionismo de la ofensiva general
contrarrevolucionaria, problema importante de la revolución es la necesidad de
condenar la guerra de rapiña imperialista y oponerse a esta denunciándola
ideológica y políticamente de inmediato. Por lo que el PCP asume las palabras
del Presidente Mao:
“La transformación de la actual guerra imperialista en la
guerra civil es la única consigna proletaria justa, indicada por la experiencia
de la Comuna, señalada por la resolución de Basilea (1912) y derivada de todas
las condiciones de la guerra imperialista entre los países burgueses altamente
desarrollados. Por muy grandes que parezcan las dificultades de semejante
transformación en uno u otro momento, los socialistas jamás renunciarán a
efectuar un trabajo preparatorio sistemático, perseverante y continuo en esta
dirección, ya que la guerra es un hecho”.
Lenin. “La guerra y la socialdemocracia de Rusia”. Setiembre 1914.
“Entre las guerras injustas, la Primera Guerra Mundial fue un caso en
que ambos bandos pelearon por intereses imperialistas; por lo tanto, los
comunistas del mundo entero se opusieron resueltamente a ella. La forma de
combatir una guerra de este tipo es hacer cuanto se pueda por prevenirla antes
de que estalle y, si llega a estallar, oponer la guerra a la guerra, oponer la
guerra justa a la injusta, tan pronto como sea posible.”
Mao Tsetung. “Sobre la guerra prolongada”. Mayo 1938.
“La guerra mundial imperialista ha estallado porque los
países imperialistas buscan librarse de la nueva crisis económica y política.
Sea por parte de Alemania o por parte de Inglaterra y Francia, esta guerra, por
su naturaleza, es injusta, de rapiña, imperialista. Los Partidos Comunistas de
todo el mundo deben oponerse firmemente a ella así como a la criminal conducta
de los partidos socialdemócratas que, al apoyarla, traicionan al proletariado,”
Mao Tsetung. “La situación actual y las tareas del
Partido”. Octubre 1939.
“En síntesis, estimamos que los problemas en el plano internacional
todavía deben ser enfocados de la manera siguiente: se destaca por encima de
todas las contradicciones la que supone la rebatiña entre los países
imperialistas y su disputa por las colonias. Lo que estos hacen ahora es
valerse de las contradicciones que tienen con nosotros para encubrir las suyas.
Nosotros, a nuestro turno, podemos sacar partido de sus contradicciones; a este
respecto es mucho lo que se puede hacer.”
Mao Tsetung. “Discurso en una conferencia de Secretarios
de Comités Provinciales, Municipales y de Región Autónoma del Partido”.
Enero 1957.
“¡Pueblos de todo el mundo, unámonos y opongámonos a la guerra de
agresión que desencadene cualquier imperialismo…, opongámonos especialmente a
la guerra de agresión en la cual se usen bombas atómicas como arma! Si tal
guerra estalla, ¡los pueblos del mundo entero debemos eliminarla con la guerra
revolucionaria, y debemos hacer los preparativos ahora mismo!”
Declaración del Presidente
Mao Tsetung en enero de 1964.
“… todos los pueblos de los diversos
continentes deben unirse, todos los países amantes de la paz y todos los países
sometidos a la agresión, control, intervención y humillación de los Estados
Unidos deben unirse. Todos ellos deben formar el más amplio frente unido de
oposición a la política de agresión y guerra del imperialismo norteamericano,
en salvaguarda de la paz mundial.
Presidente Mao
Tsetung, enero 1964.
Finalmente, el PCP
se reafirma y llama a que los partidos comunistas marxista-leninista-maoístas
del mundo asuman que:
I. EL PROLETARIADO: es la última
clase de la historia y tiene el papel histórico de dirigir la revolución hasta
el comunismo, posee su propia ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo y tiene
una meta: el comunismo.
II.
LOS PARTIDOS COMUNISTAS,
COMBATIENDO CASI DOSCIENTOS AÑOS POR LOS INTERESES DEL PROLETARIADO concretaron
dos grandes revoluciones, la gran revolución de octubre que abre la era de la
Revolución Proletaria Mundial y la gran revolución china que inclinó el peso
del mundo e hizo tres revoluciones: la revolución democrática de nuevo tipo, la
revolución socialista y la gran revolución cultural proletaria, hitos
innegables que dejan grandes lecciones principalmente positivas para la
revolución.
III. LOS COMUNISTAS ENFRENTAMOS UNA OFENSIVA
GENERAL CONTRARREVOLUCIONARIA que pretende barrer la revolución proletaria y la
ideología de la mente del proletariado y corazón del pueblo ¡No podrán jamás!
De esta se ha derivado el revisionismo actual, revisionismo de la ofensiva
general contrarrevolucionaria que condenamos porque sirve al imperialismo y a
tal ofensiva; y
IV. que hay que: ¡COMBATIR POR LA
REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
¡Hasta el triunfo de la revolución en
todo el orbe!
¡VIVA EL PROLETARIADO INTERNACIONAL!
¡GLORIA AL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO!
Primero de mayo del 2016
Comité Central
Partido Comunista del Perú
LONG LIVE MAY FIRST
DAY OF THE INTERNATIONAL PROLETARIAT!
COMMUNISTS, PROLETARIANS AND PEOPLES OF THE WORLD,
LET’S UNITE UNDER MARXISM-LENINISM-MAOISM
IN ORDER TO FIGHT FOR PROLETARIAN WORLD REVOLUTION!
Any serious study about the origins
of World War I shows a world in which each one of the actors attributed the
aggressive intentions to his adversary and the defensive ones to himself. In
the most recent times the precipitation of the events and the similarity with
the above actions, above all the outbreak of World War I, reveals the
correctness of the argument that we are living the prelude of a new imperialist
predatory war for a new partition of the world.
In the Middle East, Syria is a
showcase of the contradictions and forces in contention, and simultaneously a
critical spot within the red-hottest front, from which such a kind of war can erupt.
The United States has recently announced that in 2017 the NATO will reinforce
its military positions in the frontier of Eastern Europe, heating the European
region and the relationships among the United States, Russia and Europe, invoking
the need to prevent a possible threat from Russia. Meanwhile Russia,
strengthened after its intervention in Syria where no agreement was reached
despite the peace negotiations, declares that today we are witnessing an unprecedented
increase of NATO’s military activity in the so called oriental front (Baltic
countries) since the times of the cold war, and that the announcement of the
broadening of NATO occurs with a previous campaign of demonization of Russia,
replying that it is a direct threat in the face of which it will take the
necessary measures against such an unjustified presence. Let’s take into
account that in the Middle-East front Saudi Arabia (Sunni) already announced
that it will penetrate in Yemen to fight against the Shia defended by Iran, and
both regional powers are disputing the hegemony in the Arab world. Turkey too,
in ice-cold relations with Russia, attacks the Kurd nationalists as its main
target in the struggle against the Islamic State.
Meanwhile the United States insists
that it won’t limit its defence capabilities or those of its allies in the face
of the nuclear threats of North Korea that just launched a trial missile, nor
will it give away in the face of Iran’s technological development, even when
they subscribed a treaty on nuclear restriction. In this way Asia elevated its
temperature with the creation of strategic artificial islands by China,
asserting its sovereignty mainly in conflict with the United States, Japan, the
Philippines and Vietnam concerning East China Sea and South China Sea;
immediately the United States sent its warships to negotiate the supposed
maritime sovereignty of China. Meanwhile China, since late 2015, has proclaimed
that its country “has passed over from being large to be a big and powerful
country, so that the evolution of its defence and its military development
would require a new and historical stage”, at the same time announcing to its
military leaders the major reform of the Army since the fifties of the
twentieth century, with the objective of bettering its fighting capability.
Let’s not forget that the Chinese Army is the biggest in the world and one of
the most terrible, furthermore, it is rapidly modernising its navy because it
considers that the main threat to its national security is by way of the sea,
remember also her great nuclear might, China is a member with full rights of
the “nuclear club” due to the strength of its strategic missiles.
On the other hand, the massive
protests against the repercussions of the economic crisis, the unemployment,
sub-employment, restrictions of rights and in favour of their restitution, the masses
manifest themselves in the main capital cities of Europe, as well as in Paris,
still in state of war and under emergency because the Islamic State extended
its attacks to Paris and Belgium, the situation worsens due to economic
stagnation and the delicate situation of the refugees caused by imperialist
aggressions mainly in the Middle East, Syria specially, and other African
countries (Mali, Libya or the Central African Republic) by France.
Latin America goes through a process
of destitution of rulers who are critical of imperialist domination, like
Nicolás Maduro in Venezuela or Dilma Rouseff in Brazil, raising the theme of
corruption, and making use of legal political manoeuvres as a modality
different from that of a coup d’état, seeking to strengthen one of the main
areas of influence of US imperialism, a strategic measure to confront in better
conditions the warring situation; in addition, it already ensured Cuba and
pacified Colombia.
But, if we are witnessing an
intensification of inter-imperialist contradictions as a source of war and
political derivation of the biggest and most extended crisis of the capitalist
system, and a panorama exists which reflects the prelude of a new imperialist
predatory war for a new partition of the world, what is the reply of the
Marxist-Leninist-Maoist Communist Parties of the world? Shouldn’t there be a
reply in the face of a possible outbreak of war?
Firstly, the Communist Party of Perú
starts by reasserting in Marxism-Leninism-Maoism as the universal ideology of
the proletariat, and in Gonzalo thought our strategic, specific and main
ideological weapon for Peruvian revolution. And it incorporates Chairman
Gonzalo’s argument which invokes the communists, the proletarians and peoples
of the world to unite under Marxism-Leninism-Maoism in order to fight for the
proletarian world revolution.
The CPP reasserts in that
Marxism-Leninism-Maoism is a dialectical unity in development, that it advances
to the degree that it is implemented so as to solve the new problems of the
revolution, actively involving in its preparation, development or continuation,
and not idealistically separating theory from practice, as we were taught by
the same great titans of thinking and action: Marx, Lenin and Chairman Mao
Tsetung.
We reassert also in its universal
validity and actuality, and we reject the imputation against Marx of alleged
errors, his ideology is by no way ancillary because it is a fundamental part of
dialectical and historical materialism, just as the inevitability of communism;
which will be accessed by way of the unfolding of the same laws of capitalism
as a system of exploitation sustained on plus-value and the conversion of the
worker’s manpower in merchandise that is purchased and sold in order to yield
the biggest possible profit; system that accumulates capital each time in fewer hands, meanwhile
impoverishing more and more the proletariat and the people’s masses; while,
simultaneously, production gets more socialised, and an ever greater amount of
riches and means of production are accumulated in fewer hands.
The material and historical laws,
which constitute the material foundation on which the proletariat operates
decisively with its ideology, its politics and its organisation leading the
proletarian revolution that materialises a new system of production, socialism,
as a period of transition under proletarian dictatorship, toward the goal of
Communism. A period of transition in which, as the entire twentieth century has
witnessed, class struggle with continue, even in the Party itself, between the
bourgeoisie and the proletariat about who leads. A long process within which
the four suppressions and the indispensable subversion must be materialised by
way of force, also through revolutions, in order to confront restoration and
access to Communism. It has nothing to do with making concessions to the bourgeoisie,
as some revise today. No, in socialism the proletarian dictatorship represents
the antagonistic contradiction between the proletariat and the bourgeoisie, and
demands that the proletariat be installed in power, and that it applies the
dictatorship of the proletariat to guarantee the continuation of socialism, and
transforms private ownership into ownership of all the people, and “an
association in which the free development of each one will be the condition for
the free development of everyone” may arise, as Marx pointed out in the Communist Manifesto:
“Once in the course of
development the class differences have disappeared and all the production has been
concentrated in the hands of associated individuals, the state power will lose
its political character. The state power, properly speaking, is the organised
violence of one class for the oppression of another class. If, in its struggle
against the bourgeoisie, the proletariat constitutes itself unfailingly into a
class, if, through the revolution it becomes a ruling class and, as a ruling
class, it suppresses through force the old relationships of production, and simultaneously
these relationships of production, it suppresses the conditions for the
existence of class antagonism and that of all the classes in general, and thus,
its own domination as a class.
Substituting the old
bourgeois society with its classes and class antagonisms, an association will
arise in which the free development of each one will be the condition of the
free development of everyone”.
From there arises the importance of
reasserting in the need of a class party established by Lenin, a new type
party, with an ideology, a politics and an organisation of its own, opposed and
different to those of the bourgeoisie. Because without a Party there is no
leadership of the proletarian revolution, and it is indispensable today when they
intend to replace the proletarian leadership of the proletarian revolution by a
bourgeois leadership, and a bourgeois revolution that replaces open
dictatorships and does not fight against capitalist exploitation nor the
imperialist rule but only some alleged corruptions, “bad administrations” or
“barbaric models”. Thus the existence of Communist Parties which uphold
Marxism-Leninism-Maoism as the ideology of the proletariat is a political
necessity in order to oppose the new imperialist predatory war.
Marx pointed out the importance of
the dictatorship of the proletariat for the transformation of capitalist
economy, politics and society of the bourgeoisie into a socialist economy,
politics and society; but also for the extinction of the State itself, and it
is completely false that he did not grasp the dialectical relationship between
base and superstructure, a problem that Engels himself explained and later
Chairman Mao developed. Yes, the economic base is the one which determines the
political and ideological superstructure, but it is a dialectical relationship
of actions and reactions because the latter also acts on the earlier, and in
certain moments they play a decisive role. Engels in the introduction to “Class Struggle in France”, in March 1895,
wrote:
“The work that we reedit
here was Marx’s first essay to explain a fragment of contemporary history
through his materialist conception, starting from the existing economic
situation. In the “Communist
Manifesto” the theory was applied, roughly, to all of modern history, and
in the articles published by Marx and by me in the “Neue Rheinische Zeitung”, this theory has been constantly used to
explain the political events of that time. Here it had to do with manifesting,
along long years of evolution, as critical as it was typical for all of Europe,
the internal causal link; so it had to do with reducing, following the
author’s concept, the political events to consequences of causes, ultimately, the
economic ones”.
There he also wrote:
“When Marx wrote this
work, the mentioned source of errors was even more inevitable. It turned out to
be absolutely impossible to follow, during the revolutionary period of
1848-1849, the economic changes that operated simultaneously and, even more, in
order not to lose the vision in its entirety. The same thing occurred during
the first months of his exile in London, during autumn and winter of 1849-1850.
But that was precisely the period in which Marx started his work. And, despite
these unfavourable circumstances, his accurate knowledge, both of the economic
situation of France on the eve of the February Revolution, and the political
history of that country afterwards, allowed him to make an exposition of the
events that revealed the internal tether in such a way that nobody has overcome
until today, and that has brilliantly resisted the double test to which Marx
himself had to summit it”.
That quote continues clarifying, but
here the aforementioned is enough; we add that also in Engels’ letter to Conrado
Smith, dated London, October 27, 1890, he clarifies the following:
“…With the economic,
political, reflections etc. the same thing occurs as when they are reflected in
the eye: they go through a lens, and therefore appear inverted, head down. What
is needed is the nervous apparatus in charge of straightening them up for our
perception. The stockbroker does not see the movement of industry and the
market in the world more than the inverted reflection of the money and stock
market, therefore the effect seems to him as the cause.
“It is a game of actions between two
unequal forces: on one side, the economic movement, and on the other side, the
new political power that aspires to the greatest possible independence and
that, once installed, also enjoys a movement of its own. The economic movement
imposes itself always, in general terms, but finds itself also summited to the
repercussions of the political movement created by itself and equipped with a
relative independence: the movement of State power, on one hand, and on the
other that of the opposition, created simultaneously with the earlier one…
What all these gentlemen
suffer from, is the lack of dialectics. They don’t see further than causes here
and effects there. That this is an empty abstraction, that in the real world
these metaphysical polar antitheses do not exist more than in moments of
crises, and that the general trajectory of things flow under the form of action
and reaction,--despite being very unequal forces, the stronger, primary and
more decisive one of the two is the economic movement--, that here nothing is
absolute, and everything is relative, is something that they do not see”.
Even more, in Engels’ letter to F.
Mehring dated in London July 14, 1893, he says:
“Furthermore one sole item is lacking,
which, generally, neither Marx nor myself have underlined in our writings, so
the blame corresponds to all in the same way. What we insisted on more—and we
couldn’t do it this way for less—was to derive from the basic economic facts
the political, legal, ideas, etc. and the actions conditioned by them. And when
proceeding in this way, the contents made us forget the form, in other words,
the original process of these ideas, etc. With them we furnish our adversaries
with a good excuse for their mistakes and misinterpretations…
This appearance of a
history independent of political constitutions… of the ideological concepts in
each specific field of research is what enthrals most people… And since to this
has been added the bourgeois illusion of the perpetuity and unappealability of
capitalist production… A. Smith considers it simply as an exclusive triumph of
thinking, not as the ideological reflection of a change of economic facts, but
as a fair vision, at last accessed, of effective conditions that rule always and
everywhere… this way of thinking is based on a vulgar anti-dialectic
representation of the cause and effect of actions and reactions. That a
historical factor, once given birth by other facts, which are ultimately
economic facts, impacts at the same time on its surroundings, and even on its
own causes, is something that sometimes these gentlemen very intentionally forget”.
The CPP also rejects and condemns the
“solid nucleus and great elasticity” stand for the building of socialism under
the dictatorship of the proletariat, since it means to surrender before the
imputations of “authoritarianism” and “lack of democracy” raised by
imperialism’s anti-communist offensive, and intends to give concessions to the
bourgeoisie when in the building of socialism under the dictatorship of the
proletariat the main contradiction is proletariat-bourgeoisie. Deep down it
denies the need of the dictatorship of the proletariat in socialism.
Keep in mind that it was Marx himself
who conceived that:
“The communist
revolution is the most radical break-up with the traditional relationships of
ownership” and that “during the course of its development it must break up, in
the most radical manner, with the traditional ideas” (Critique of the Gotha Programme).
That on the dictatorship of the
proletariat he provided the inerasable conclusion that:
“Between the capitalist
society and the communist society dwells the period of revolutionary transition
from the earlier one to the latter. A political period of transition also
befits this period, whose State cannot be any other but a revolutionary
dictatorship of the proletariat” (Ibid).
On socialism and its limitation, and
the subsistence of the bourgeois right, he affirmed:
“What is dealt with here
is not a communist society that has developed on its own groundwork, but one
that has just emerged precisely from the capitalist society, and that,
therefore, still presents, in all its aspects, the economic, the moral, and the
intellectual aspects, the seal of the old society from whose bosom it arises”.
Therefore he also states “the right here continues to be, in principle, the
bourgeois right” (Ibid).
Thus, also on Communism, Marx
establishes that:
“In the higher stage of
the communist society, when the slaved subordination of the individuals to the
division of labour has disappeared, and with it the opposition between
intellectual labour and manual labour, when labour will not be solely a means
of living but the primary necessity of life, when, with the development of individuals
in all their aspects, the productive forces also grow, and the streams of
collective riches run at full blast, only then can bourgeois right be totally
overcome, and society will write in its banner: From each according to his
capability, to each according to his needs” (Ibid).
Lenin, on the other hand, about the
dictatorship of the proletariat taught that:
“In order to eliminate the social classes the
first thing that is needed is to overthrow the landlords and the capitalists.
We have fulfilled—he states—this part of the task, but it is only one part and
not the most difficult one. In order to eliminate the social classes it is
necessary, in the second place, to eliminate the existing difference between
the industrial workers and the peasants, converting all of them into workers.
And it is not possible to achieve it overnight”. “In order to solve this second
part of the work, which is the most difficult one, the proletariat, after
defeating the bourgeoisie, must keep, in an unwavering way, the following fundamental
political line concerning the peasants: separate, differentiate the peasant
workers from the owners, the working peasants from the merchant peasants, the
peasants who work from the peasant who speculate… In this differentiation lies
the essence of socialism” (This quote and others are found in “Economy and Politics of the Epoch of the
Dictatorship of the Proletariat”)
On Socialism Lenin states:
“Socialism is the
suppression of the classes. The dictatorship of the proletariat has done all
that was within its reach to achieve it. But the classes cannot be eliminated
at once”.
Concerning that social classes do not
disappear in socialism:
“During the epoch of the
dictatorship of the proletariat, the classes subsist, and will subsist. The
dictatorship will cease to be necessary when classes cease to exist. But they
do not disappear without the dictatorship of the proletariat”. “Class struggle
does not disappear under the dictatorship of the proletariat: the only thing it
does is to take up new forms”.
On Democracy and the dictatorship of the proletariat:
“If we focus on all the
fundamental forces or social classes in their entirety, in their mutual
relationships, such as how they were modified by the dictatorship of the
proletariat, we will realise how unlimitedly absurd it is, from the theoretical
point of view, and how huge a stupidity represents this petit bourgeois idea
about advancing to Socialism through democracy in general, which we find in
every representative of the Second International. The foundation on which this
mistake rests is the prejudice, inherited from the bourgeoisie, about what is
considered as the contents of an absolute “democracy”, situated over the social
classes. In fact, with the dictatorship of the proletariat, democracy enters
also in a totally new phase, and class struggle soars to a higher plane, in
such a way that all the different forms are subjected to it”. “The general
quotes about freedom, equality and democracy are, actually, nothing else but a
blind repetition of concepts copied from the mould of the relationships of
merchandise production. To try to solve, by way of these general quotes the
concrete tasks of the dictatorship of the proletariat, is equivalent to pass
over, thoroughly, to the theoretical stand, the principles, of the bourgeoisie.
From the standpoint of the proletariat the problem is formulated this way and
only this way: Freedom concerning the oppression of which social class?
Equality between which classes? Democracy based on private ownership, or based
on the struggle for the abolition of private ownership? etc.”
And on the central issue: the
dictatorship of the proletariat and its relationship with what being a Marxist
means, Lenin, in “State and Revolution”
establishes:
“He who only
acknowledges class struggle is still not a Marxist; he can still maintain
himself within the framework of bourgeois thinking and bourgeois politics. To
limit Marxism to the doctrine of class struggle means to curtail Marxism, to
distort it, to reduce it to something acceptable for the bourgeoisie. Someone is
a Marxist only when he extends the recognition of class struggle to the
recognition of the dictatorship of the proletariat. Herein consists the deepest
difference between a Marxist and an ordinary petit (or grand) bourgeois. This
is the touchstone through which the real understanding and acknowledgement of
Marxism must be proven”.
And concerning that the petit
bourgeoisie engenders capitalism twenty four hours a day, he says:
“The dictatorship of the
proletariat is the most unselfish and pitiless war of the new class against a
more powerful enemy, against the bourgeoisie, whose resistance doubles with its
overthrowing (even when it happens in only one country) and whose might does
not solely consist in the strength of international capital, in the strength
and hardness of the international relationships of the bourgeoisie, but also in
the strength of custom, in the strength of small production. Because,
unfortunately, in the world there is still a lot and a whole lot of small
production, and small production engenders capitalism and bourgeoisie
constantly, every day, every hour, spontaneously and massively. Due to all
these reasons the dictatorship of the proletariat is necessary, and the victory
over the bourgeoisie is impossible without a protracted, tenacious, bloody war
to death, a war which demands sternness, discipline, firmness, inflexibility
and sole will” (“The Infantile Sickness…”).
Chairman Mao Tsetung, in his raising
of Marxism to a new, third and superior stage, developed in an extraordinary
way scientific socialism as theory and practice of the revolution, with his
three revolutions but mainly with the great proletarian cultural revolution, in
which he deepened and developed the fundamental question of socialism and
dictatorship of the proletariat, he established the way how to advance the
revolution under the conditions of a socialist society and under the
dictatorship of the proletariat, in order to continue the march towards
Communism. In this way we quote some of his extraordinary words to continue
crushing the concessions to the bourgeoisie:
“The history of all revolutions has
proven that it is not necessary to, previously, have the productive forces fully
developed, in order to transform the decrepit relationships of production… It
is necessary, before anything else, that the revolution abolishes the old
superstructure, so that the old relationships of production may be abolished.
It is after the elimination of the latter that new relationships of production
can be created, opening a course towards the development of the productive
forces in the new society. Only then will it be possible to develop a great
technological revolution, in order to vigorously develop the productive forces,
continuing at the same time the transformation of the relationships of
production and the ideologies”. (In “Reading
Notes of the Manual of Political Economy of the USSR”)
“In China, remainders of
the overthrown classes subsist: the landlord class and the comprador
bourgeoisie. The bourgeoisie subsists and the transformation of the petit
bourgeoisie has just started. Class struggle has not ended. Class struggle
between the proletariat and the bourgeoisie, between the different political
forces and between the proletariat and the bourgeoisie in the ideological
domain will continue being long, zigzagging, and sometimes even very inflamed.
The proletariat aspires to transform the universe according to its world view,
and the bourgeoisie according to his. In relation to this, the question of who
will vanquish, socialism or capitalism, still has not been solved” (In “On the Correct Treatment of the
Contradictions Amidst the People”).
“Despite that in the
socialist system there isn’t a revolution during which one class would
overthrow another, revolution exists always. The passing of socialism to
communism is a revolution. The passing of one stadium to another stadium within
communism is also a revolution. Likewise there are technical revolutions and
cultural revolutions. Communism will necessarily go through many stadiums.
Therefore there will be many revolutions”.
“Socialist society
covers a very elongated historical period. During the historical period of
socialism, there still are classes, class contradictions and class struggle;
the struggle between the socialist path and the capitalist path exists, and
also the danger of a capitalist restoration… It is necessary to carry out
socialist education… Grasp and address correctly the problem of the
contradictions and of class struggle and distinguish with precision the
contradictions between us and the enemy from those that exist amidst the
people, and address them correctly. Otherwise, a socialist country like ours
will turn into its opposite, it will degenerate and restoration will occur” (Tenth Plenary Session of the Eighth CC of
the CPC, 1962).
Another quote:
“The old
social-democrats during the last decades, and the contemporary revisionists…
deny completely that the history of humanity… is the history of class struggle,
they deny completely the class struggle of the proletariat against the
bourgeoisie, and they deny completely the revolution of the proletariat against
the bourgeoisie and its dictatorship over the bourgeoisie. On the contrary,
they are devoted lackeys of the bourgeoisie and imperialism and are associated
with them, they insist on the bourgeois ideology of oppression and exploitation
of the proletariat and in the capitalist social system… Uphold the great banner
of the proletarian cultural revolution, denounce completely the bourgeois
reactionary stand… representatives of the bourgeoisie have infiltrated the
Party, the government, the army and the various cultural sectors, they are a
group of counter-revolutionary revisionists who will turn the dictatorship of
the proletariat into dictatorship of the bourgeoisie, if a chance is presented
to them”.
On the Cultural Revolution, Chairman Gonzalo taught us:
“Thus, the Great Proletarian
Cultural Revolution, as the continuation of the revolution under the dictatorship
of the proletariat, marks the direction of the proletarian world revolution in
its heroic and irrepressible march to communism, and in the greatest
revolutionary epic of humanity it conquered imperishable victories for the
international proletariat”. “However, when Chairman Mao Tsetung’s death took
place, a counter-revolutionary revisionist coup occurred; the objective of
which is capitalist restoration” (CPP, December 1976).
And in order to finish let’s take up
again Chairman Mao, who with great foresight, in 1968 with profound
understanding of history and proletarian internationalism taught:
“We have conquered huge
victories. But the defeated class will continue to tussle. This people still
exist, and also this class. Therefore we must not talk about a final victory.
We cannot do it even in the next decades. We must not relax our surveillance:
according to the Leninist viewpoint, the final victory of a socialist country
requires not only the effort of its own proletariat and its broad people’s
masses, but it also depends on the triumph of the world revolution and on the
abolition of the system of exploitation of man by man in the world, that is,
the emancipation of the entire humanity. Therefore, it is mistaken, contrary to
Leninism and does not befit reality to speak lightly of the final victory of
the revolution in our country”.
These great truths constitute the
linkage of theory and practice of proletarian world revolution, and the whole
of the twentieth century proves it, no construct or imputation coming from
those who are revising Marxism will be able to hide the actuality and validity
of Marxism-Leninism-Maoism, nor the very high proletarian quality of its
highest exponents: a Marx, a Lenin and a Chairman Mao Tsetung, who are stealthily
attacked through alleged secondary mistakes that are not such, but rather
fundamental bases of the scientific conception; and the alleged new
contributions are nothing else but factual revisionism product of the general
counter-revolutionary offensive. Revisionism which the Communist Party of Perú
rejects and condemns today even more than it did yesterday.
After reasserting in
Marxism-Leninism-Maoism and condemning revisionism of the general
counter-revolutionary offensive, an important issue of the revolution is the
need to condemn the imperialist predatory war and to oppose it denouncing it
ideologically and politically without any doubt. Therefore the CPP takes up
Chairman Mao’s words:
“The transformation of
the present imperialist war into a civil war is the only just proletarian
motto, pointed out by the experience of the Paris Commune, pointed out by the
Basle resolution (1912) and derived from all the conditions of the imperialist
war among the highly developed bourgeois countries. No matter how large the
difficulties of such transformation may seem in one moment or another, the
socialists will never give up in executing a systematic, persistent and
continuous preparatory work in this direction, since war is a fact”.
Lenin. “War and social-democracy
in Russia”. September 1914.
“Among the unjust wars,
World War I was a case in which both parties fought for imperialist interests;
therefore, the communists of the whole world resolutely opposed it. The way of
fighting against a war of this type is to do whatever we can to prevent it
before it erupts, and if that happens, oppose the war with war, oppose the
unjust war with a just war, as soon as possible”.
Mao Tsetung. “On Protracted War”.
May 1938.
“The imperialist world
war has erupted because the imperialist countries seek to disentangle
themselves from the new economic and political crisis. Whether from the side of
Germany or from the side of Britain and France, this war, by its nature, is
unjust, predatory, and imperialistic. The Communist Parties of the entire world
must firmly oppose it, as well as the criminal conduct of the social-democratic
parties which, when they give it their support, they betray the proletariat”.
Mao Tsetung. “The Present
Situation and the Tasks of the Party”.
October 1939.
“In synthesis, we
appraise that the problems in the international plane must still be focused in
the following way: On top of all the contradictions stand out the one which
supposes the scramble among the imperialist countries and their dispute for the
colonies. What they are doing now is to take advantage of the contradictions
that they have with us in order to cover up theirs. We, in our turn, can take
advantage of their contradictions, concerning this there is much that we can
do”.
Mao Tsetung. “Speech in a
Conference of Secretaries of the Committees at Provincial and Municipal level,
and of the Autonomous Region of the Party”.
January 1957.
“Peoples of the whole
world, let’s unite and oppose the war of aggression that any imperialism may
unleash…, let’s especially oppose the war of aggression in which the atomic
bombs are used as a weapon! If such a war erupts, the peoples of the whole
world must eliminate it with a revolutionary war, and must make the
preparations right now!”
Declaration of Chairman Mao Tsetung
in January 1964.
“…all the peoples of the
different continents must unite, all the peace loving countries and all the
countries summited to the aggression, control, intervention and humiliation by
part of the United States must unite. All of them must constitute the broadest
united front of opposition against the politics of aggression and war of US
imperialism, in order to safeguard world peace.
Chairman Mao Tsetung, January 1964.
Finally, the CPP reasserts and calls
on the Marxist-Leninist-Maoist Communist Parties of the world to concur that:
I.
THE PROLETARIAT: is
the last class in history, and has the historical role of leading the
revolution until communism, it has its own ideology, Marxism-Leninism-Maoism,
and has its goal: communism.
II.
THE COMMUNIST PARTIES,
FIGHTING ALMOST TWO HUNDREAD YEARS IN BEHALF OF THE PROLETARIAT materialised
two great revolutions, the great October revolution which opens up the era of
the Proletarian World Revolution, and the great Revolution of China which tilted
the weight of the world and carried out three revolutions: the new type
democratic revolution, the socialist revolution and the great proletarian
cultural revolution, undeniable milestones that left great lessons, mainly
positive ones, for revolution.
III.
WE COMMUNISTS CONFRONT
A GENERAL COUNTER-REVOLUTIONARY OFFENSIVE which intends to wipe out the
proletarian revolution and its ideology from the minds of the proletariat and
the hearts of the people. They will never be able to achieve this! Derived from
this offensive is today’s revisionism, a revisionism of the general
counter-revolutionary offensive which we condemn because it serves imperialism
and the mentioned offensive; and
IV.
It is peremptory to:
FIGHT FOR THE PROLETARIAN WORLD REVOLUTION!
Until the victory of the
revolution in the whole world!
LONG LIVE THE INTERNATIONAL PROLETARIAT!
GLORY TO MARXISM-LENINISM-MAOISM!
May first, 2016
Central Committee
Communist Party of Peru